Comentarios de la obra “La verdadera historia de Aladino”
de la autoría del Dr. Marcio Veloz Maggiolo, en el Acto de Puesta en Circulación realizado en la Sala de Arte Ramón Oviedo de la Secretaría de Estado de Cultura, el día 6 de Agosto de 2008.
Por: Eleanor Grimaldi Silié.
Es para mí un honor y un reto a la vez, comentar la obra de una personalidad del mundo cultural y literario como lo es el Dr. Marcio Veloz Maggiolo, quien además fue mi maestro en mis años de estudiante en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.
Quiero iniciar mis palabras haciendo un breve recuento del origen de la narración comentada.
En Bagdad y luego en otros lugares de Oriente a partir del siglo VII empezó a desarrollarse una literatura que fue ignorada por los mismos árabes. Los primeros cuentos árabes se hallan impresos en rollos de papiro desde hace más de 4.000 años.
Dentro de éstos textos, se encuentra la colección de cuentos de Las mil y una noches, que logró introducirse en el acervo de la literatura universal y se difundió en boca del pueblo; desde aproximadamente el siglo X los primeros cuentos de origen árabe y persa llegaron a Europa en boca de mercaderes, piratas y esclavos, y entraron a otros continentes con los viajes de descubrimiento. Hemos notado que un mismo cuento podemos escucharlo contar en forma narrada, en distintos países, de forma diferente.
Por ejemplo, "La Cenicienta", que probablemente tiene sus raíces en los albores de la lucha de clases, conoce más de trescientas variantes, y se cree es de origen chino; sabemos que en un principio todos los cuentos clásicos, sobre todo las narraciones más antiguas, han tenido paralelismos, según las costumbres y creencias religiosas de cada pueblo y cultura y tanto el cuento de “Las mil y Una noches” y el de “Aladino y la lámpara maravillosa”, no son la excepción.
Las versiones originales de Las mil y Una noches, están consideradas como una creación colectiva de árabes, persas, y otros pueblos del mundo oriental, que lograron hacerlo en un estilo popular, con expresiones que no pertenecen al árabe clásico, y a veces aparecen escritos en formas dialectales como el cuento de "Aladino y la lámpara maravillosa", cuya primera versión fue escrita en dialecto siríaco, lengua de un grupo semítico noroccidental o Arameo de los primeros reinos cristianos.
Antoine Galland escritor francés que nació en 1646 y falleció en 1715 tradujo estos cuentos y en el caso específico de Aladino y la lámpara maravillosa, aunque no aparece en la misma colección de las Mil y Una Noches, también fue traducido por él y así se empezó a difundir por todo el mundo occidental.
Este tema ha sido llevado al teatro, sobre todo de Pantomimas, en diversos lugares del mundo y con gran éxito en Inglaterra, donde se desarrolló una Pantomima basada en la historia de Aladino.
En 1960 se produjo un filme en Hollywood con el tema: “Aladino y Simbad”, basado en el original, en el que ambos héroes se encontraban y “compartían sus respectivas aventuras”. En esta versión el genio de la lámpara era una figura femenina y Aladino se casó con ella en lugar de casarse con la princesa (para lo cual se convertía en mortal).
La versión más conocida es la de Disney Aladdin, producida en 1992. Aladino y la lámpara maravillosa, aunque es un cuento de origen árabe en su versión original, los personajes no son árabes ni persas sino más bien de una China islamizada. De acuerdo al escritor boliviano Víctor Montoya, en su trabajo: “El Origen de lo Cuentos” comenta: “Estos cuentos fantásticos, que tuvieron una gran importancia en Europa y el mundo, han inspirado a los escritores de todos los tiempos y han deleitado a grandes y chicos, los cuales no sólo se ciñeron a un texto único, sino a varios manuscritos que son piezas de un mismo mosaico.
Por otra parte, se han ido descubriendo los textos árabes de cuentos que se hallaban en las ediciones orientales conocidas, como el de “Aladino y la lámpara maravillosa”. En suma, se ha ido haciendo un minucioso trabajo de recopilación y de crítica."
Se considera que las raíces del cuento de hadas, se encuentra en estos cuentos. Sabemos que el erotismo invade estas narraciones de Las mil y una noches” pero en Aladino y la Lámpara maravillosa el erotismo no es tan profundo y del cual no escapa el autor que comentamos, porque hay amores envueltos en la trama de “La verdadera Historia de Aladino”. Su autor lo trata finamente sin dejar huellas que puedan hacer sentir a los niños que están frente a una literatura de carácter erótico. Más bien el erotismo se maneja de manera sutil y aceptable.
El cuento del genio que concede deseos a quien lo libera de la prisión –en este caso, una lámpara de aceite– donde un mago, más poderoso que él, lo encerró; ha sido contado de diferentes formas, pero no ha encontrado a mi juicio, un desarrollo tan atractivo como en el cuento que ahora nos concierne. No lo digo porque la temática pertenece a un autor dominicano de la calidad y de la estirpe literaria del Dr. MarcioVeloz Maggiolo, ni tampoco porque le tengo gran aprecio al autor, sino porque la acción del relato a pesar de que transcurre en un ambiente similar es un relato muy completo y vital.
Hablemos del autor y de su obra en el momento en que la Secretaría de Estado de Cultura y la Editora Alfaguara ponen su obra a disposición del público lector:
El Dr. Marcio Veloz Maggiolo, Narrador, poeta, ensayista, crítico literario, novelista, arqueólogo y antropólogo. Ha recibido múltiples galardones por su obra creativa figuran entre varios: Premio Nacional de Poesía; Premio Nacional de Novela (en varias ocasiones; Premio Nacional de Cuento (1981) Premio Nacional de Literatura (1996) y Premio Feria Nacional del Libro (1997) con Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas; Premio Nacional de Literatura Infantil (2007) y otros galardones.
Parte de su obra narrativa y ensayística ha sido traducida a varios idiomas. Es uno de los escritores dominicanos contemporáneos con la más variada y profunda producción intelectual y difundido en el país e internacionalmente.
La trama de “La verdadera historia de Aladino” Es original, bien manejada, donde el autor muestra gran dominio del tema; la claridad del expositor y la forma magistral en el manejo de los personajes. Una narración realizada en tercera persona con una secuencia importante, que hace que el lector se sienta atrapado y busque con avidez la lectura, hasta llegar al final del texto.
El argumento hilvanado de manera concisa, organizado en párrafos integrado por oraciones no muy extensas y capítulos breves. Tratado con conocimiento del ambiente descrito, y que al compararlo con el de algunas adaptaciones conocidas sobre la historia de Aladino, ha sido bien logrado. Nos provoca un nuevo sabor con el que viene a enriquecernos ésta trama.
En este caso, el autor tiene la habilidad ubicar de manera coherente a los personajes e introducir elementos históricos los cuales sabiamente combina con la fantasía y logra entremezclar elementos maravillosos con la realidad, para dar a luz una narración cargada de emociones.
Para citar algunas de las características del personaje central: Aladino, posee un padre rico cuya riqueza la obtiene de manera ilícita a través del robo. El lujo y la riqueza ostentada por su hijo Aladino y las paradojas que se presentan en las costumbres y usos de la sociedad oriental en comparación con la sociedad occidental.
El botín, la envidia por adquirir dinero, poder y posesiones materiales, la competencia que se genera entre las riquezas de unos y otros personajes, frente a la antítesis de la pobreza y miseria de la mayoría, son aspectos que reflejan una condición constante a estos cuentos maravillosos.
Hace notar el poder de los sultanes, cuyo significado implica poder, equivalente al de un rey o monarca; sus poderes y prerrogativas; y la antítesis de la vida sencilla de los campesinos, y la gente del pueblo; la actuación de brujos, y otros personajes hace que se despierte el interés de manera constante.
La forma de vida de los habitantes comunes: la incursión de los habitantes en la actividad comercial: comercio de pieles, viajantes, ventas en bazares, caravanas, puestos de venta de dátiles, higos, alfombras llegadas de Irán y los “temibles asaltantes” (como los llama el autor), que asolaban el comercio.
La ambición por el trono, el amor y el dinero son temas que bien utilizados por el autor, lo conducen a armar una historia capaz de atrapar a cualquier lector.
El famoso Alí Babá, temible asaltante de caravanas, emulado por el padre de Aladino. La presencia del beduino morador del desierto, el harem y toda esa combinación que ofrece el autor, completan toda una gama que nos lleva a viajar al mundo de los reyes, princesas, tronos, superstición, magia, y adivinadores o brujos, que trabajaban en los grandes palacios.
A la descripción del paisaje, se suma la fauna autóctona y las características de la vida en el desierto donde pastan los camellos y otros animales de éste hábitat. La presencia del nomadismo, la escacez del agua y las situaciones que completan este escenario, trasladan al lector a estos lugares a través de una magia descriptiva.
Ese mundo casi mítico para los occidentales, que sigue vigente en cuanto a su escenario y algunos de sus aspectos culturales, ha sido alimentado con esos secretos bien guardados de los viejos abderramanes, los sultanes y la vida en los suntuosos palacios, con los privilegios propios de las clases gobernantes de esos lugares del mundo.
Predomina la aventura maravillosa propia de la literatura que se aviene a los personajes utilizados y algo muy valioso es que pocos autores dominicanos se ha atrevido a utilizar este contexto para ambientar su narrativa.
El ambiente se hace cada vez más atractivo a medida que avanza la trama: las caravanas, los bosques de dátiles, la compra de camellos y la actuación de los personajes que interactúan, y las formas lúdicas y fantasiosas que pueden muy bien incitar a que el joven o niño lector se sienta interesado a la vez, por visitar esas lejanas tierras.
El autor no puede negar su experiencia arqueológica cuando describe cavernas, “objetos de piedras preciosas, esqueletos plateados, grillos y cadenas con restos de carne seca y de cabellos retorcidos” y otros lugares que aparecen en algunos momentos de la trama.
Indudablemente, que el acervo cultural, el dominio de la técnica de narrar, y las cualidades polifacéticas que posee el autor, hacen que el público al cual se dirige, pueda disfrutarla en toda su plenitud. Ejerce además una función vital que encierra una actitud condescendiente y coherente en el trato de la comunicación con el receptor o lector cuando maneja de manera persuasiva y comunicativa el lenguaje.
El manejo adecuado del texto contribuye a desarrollar el pensamiento lógico del lector, con una visión matizada y rica del entorno utilizado por el autor.
En una de las descripciones iniciales que hace para describir el lugar donde habita Aladino dice: “Envueltas en un silencio luminoso, las torres se habían elevado dejando caer goterones que se transformaron en lagos llenos de cisnes y peces de colores brillantes. Un mundo multicolor, ajeno a cualquier forma de desierto, parpadeaba ante los ojos de los parroquianos. Pavos reales con manchas parecidas a luceros revolotearon como salidos de la bruma, imitando, tal vez, el baile suave de mariposa, y luego con elegancia de aves monárquicas, se pasearon con sus colas que imitaban abanicos florecientes, los que al moverse manchaban la brisa dejando en ella huellas verdes y negras, como la decoración del animal (…) Los campesinos de Alharma detuvieron su trabajo temprano en los pocos lugares en donde, por mandato de Alá, el agua fluía; y vieron crecer asombrados los muros, las almenas, los inmensos ventanales y la torre en forma de aguja, que parecía punzar el ombligo acuoso de las nubes que escapaban del desierto hacia los nuevos manantiales cercanos aumentando su caudal”.
Este embellecimiento del lenguaje logrado con el uso de comparaciones, símiles y otras figuras literarias, son herramientas que embellecen el lenguaje.
Con frecuencia alude al dios Alá cuando trata de relacionar el poder superior que rige al ser humano y las cosas; en este caso lo utiliza en el contexto adecuado.
En una de sus páginas finales expresa la voluntad de Alá cuando dice: “La historia corre de boca en boca y de arenal en arenal. Los niños la recitan y afirman que Aladino terminó siendo por decisión de Alá, Sultán.”
Así, entre una y otra descripción se inicia y concluye la trama, en la que actúan los personajes: Aladino, su madre Asisa, el gran Sultán Abderramán, los campesinos de Alharma; el malicioso Ibragim; Benahamid, el soñador; el padre de Aladino, el genio de la lámapara, Halima, la hermana del sultán; todos presentados de manera que nos hacen viajar hacia esos mundos exóticos de la vida del oriente, donde no podía faltar la alfombra mágica que había sido medio de transporte maravilloso y que usaron Aladino y Halima su esposa, al partir. Para referirse a esto, el autor describe:
“Ambos subieron a la alfombra que había sido propiedad de Alí Babá y partieron con la esperanza de que el sultán fuera capaz de entender aquello como un negocio en el que ambos saldrían ganando. Junto a la alfombra volaba el caballo alado, el preferido de Aladino”.
No dudamos que estos personajes, hacen convivencia con el temperamento de algunas personas de la vida real, cuando a través de ellos, el autor muestra las debilidades o cualidades del ser humano.
La narración envuelve además alegría, tristeza, intriga, amor, codicia, temor, avaricia, lujo, derroche, propio de las sociedades feudales y del ambiente en que se ubica el autor.
Esta literatura imaginaria, legendaria, mítica, de un gran poder sugestivo, de imaginación fresca, enriquecido con la pluma de un autor que tiene la ventaja de conocer y manejar una gama de géneros literarios.
Con esta labor narrativa, el escritor aporta elementos importantes para el enriquecimiento cultural de los lectores, así como al razonamiento y la asociación, la capacidad de análisis y de síntesis que puede lograrse trabajando este cuento con los lectores.
Otros valores detectados en la novela son: valor didáctico, valor estético, buen manejo del tema, y que puede ser aprovechado por quienes lo narran, ya que posee algunas enseñanzas para la vida, es un relato fácil de entender y un recurso motivador para desarrollar actitudes positivas hacia los libros.
El autor sabe agradar a los niños a través de la emoción que imprime a sus escritos, factor importante para motivar a los pequeños lectores. Recordemos que las obras de arte son fruto de emociones, entusiasmo… Y para aludir una frase de los chinos que dice: “Solo es grande, aquel que aún conserva un corazón de niño”. Y cuando un corazón de niño se alberga en el corazón de algunos seres humanos y en este caso, del autor comentado, el resultado es delicioso.
Esta obra es un regalo de lujo que nos ha hecho a todos. Propongo que se realicen ediciones masivas para que los niños del campo también puedan disfrutar de tan deliciosa fantasía.
Gracias al Dr. Marcio Veloz Maggiolo, por habernos puesto en contacto con un texto del género de literatura recreativa, que ha ejercitado nuestra sensibilidad y nos ha familiarizado con un tema que nos hace retornar a un lenguaje de las imágenes que amenaza con perderse.
A la Secretaría de Estado de Cultura, a la Editora Nacional y la Editorial Alfaguara, por la deferencia de depositar en mi persona los comentarios de la citada obra.
de la autoría del Dr. Marcio Veloz Maggiolo, en el Acto de Puesta en Circulación realizado en la Sala de Arte Ramón Oviedo de la Secretaría de Estado de Cultura, el día 6 de Agosto de 2008.
Por: Eleanor Grimaldi Silié.
Es para mí un honor y un reto a la vez, comentar la obra de una personalidad del mundo cultural y literario como lo es el Dr. Marcio Veloz Maggiolo, quien además fue mi maestro en mis años de estudiante en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.
Quiero iniciar mis palabras haciendo un breve recuento del origen de la narración comentada.
En Bagdad y luego en otros lugares de Oriente a partir del siglo VII empezó a desarrollarse una literatura que fue ignorada por los mismos árabes. Los primeros cuentos árabes se hallan impresos en rollos de papiro desde hace más de 4.000 años.
Dentro de éstos textos, se encuentra la colección de cuentos de Las mil y una noches, que logró introducirse en el acervo de la literatura universal y se difundió en boca del pueblo; desde aproximadamente el siglo X los primeros cuentos de origen árabe y persa llegaron a Europa en boca de mercaderes, piratas y esclavos, y entraron a otros continentes con los viajes de descubrimiento. Hemos notado que un mismo cuento podemos escucharlo contar en forma narrada, en distintos países, de forma diferente.
Por ejemplo, "La Cenicienta", que probablemente tiene sus raíces en los albores de la lucha de clases, conoce más de trescientas variantes, y se cree es de origen chino; sabemos que en un principio todos los cuentos clásicos, sobre todo las narraciones más antiguas, han tenido paralelismos, según las costumbres y creencias religiosas de cada pueblo y cultura y tanto el cuento de “Las mil y Una noches” y el de “Aladino y la lámpara maravillosa”, no son la excepción.
Las versiones originales de Las mil y Una noches, están consideradas como una creación colectiva de árabes, persas, y otros pueblos del mundo oriental, que lograron hacerlo en un estilo popular, con expresiones que no pertenecen al árabe clásico, y a veces aparecen escritos en formas dialectales como el cuento de "Aladino y la lámpara maravillosa", cuya primera versión fue escrita en dialecto siríaco, lengua de un grupo semítico noroccidental o Arameo de los primeros reinos cristianos.
Antoine Galland escritor francés que nació en 1646 y falleció en 1715 tradujo estos cuentos y en el caso específico de Aladino y la lámpara maravillosa, aunque no aparece en la misma colección de las Mil y Una Noches, también fue traducido por él y así se empezó a difundir por todo el mundo occidental.
Este tema ha sido llevado al teatro, sobre todo de Pantomimas, en diversos lugares del mundo y con gran éxito en Inglaterra, donde se desarrolló una Pantomima basada en la historia de Aladino.
En 1960 se produjo un filme en Hollywood con el tema: “Aladino y Simbad”, basado en el original, en el que ambos héroes se encontraban y “compartían sus respectivas aventuras”. En esta versión el genio de la lámpara era una figura femenina y Aladino se casó con ella en lugar de casarse con la princesa (para lo cual se convertía en mortal).
La versión más conocida es la de Disney Aladdin, producida en 1992. Aladino y la lámpara maravillosa, aunque es un cuento de origen árabe en su versión original, los personajes no son árabes ni persas sino más bien de una China islamizada. De acuerdo al escritor boliviano Víctor Montoya, en su trabajo: “El Origen de lo Cuentos” comenta: “Estos cuentos fantásticos, que tuvieron una gran importancia en Europa y el mundo, han inspirado a los escritores de todos los tiempos y han deleitado a grandes y chicos, los cuales no sólo se ciñeron a un texto único, sino a varios manuscritos que son piezas de un mismo mosaico.
Por otra parte, se han ido descubriendo los textos árabes de cuentos que se hallaban en las ediciones orientales conocidas, como el de “Aladino y la lámpara maravillosa”. En suma, se ha ido haciendo un minucioso trabajo de recopilación y de crítica."
Se considera que las raíces del cuento de hadas, se encuentra en estos cuentos. Sabemos que el erotismo invade estas narraciones de Las mil y una noches” pero en Aladino y la Lámpara maravillosa el erotismo no es tan profundo y del cual no escapa el autor que comentamos, porque hay amores envueltos en la trama de “La verdadera Historia de Aladino”. Su autor lo trata finamente sin dejar huellas que puedan hacer sentir a los niños que están frente a una literatura de carácter erótico. Más bien el erotismo se maneja de manera sutil y aceptable.
El cuento del genio que concede deseos a quien lo libera de la prisión –en este caso, una lámpara de aceite– donde un mago, más poderoso que él, lo encerró; ha sido contado de diferentes formas, pero no ha encontrado a mi juicio, un desarrollo tan atractivo como en el cuento que ahora nos concierne. No lo digo porque la temática pertenece a un autor dominicano de la calidad y de la estirpe literaria del Dr. MarcioVeloz Maggiolo, ni tampoco porque le tengo gran aprecio al autor, sino porque la acción del relato a pesar de que transcurre en un ambiente similar es un relato muy completo y vital.
Hablemos del autor y de su obra en el momento en que la Secretaría de Estado de Cultura y la Editora Alfaguara ponen su obra a disposición del público lector:
El Dr. Marcio Veloz Maggiolo, Narrador, poeta, ensayista, crítico literario, novelista, arqueólogo y antropólogo. Ha recibido múltiples galardones por su obra creativa figuran entre varios: Premio Nacional de Poesía; Premio Nacional de Novela (en varias ocasiones; Premio Nacional de Cuento (1981) Premio Nacional de Literatura (1996) y Premio Feria Nacional del Libro (1997) con Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas; Premio Nacional de Literatura Infantil (2007) y otros galardones.
Parte de su obra narrativa y ensayística ha sido traducida a varios idiomas. Es uno de los escritores dominicanos contemporáneos con la más variada y profunda producción intelectual y difundido en el país e internacionalmente.
La trama de “La verdadera historia de Aladino” Es original, bien manejada, donde el autor muestra gran dominio del tema; la claridad del expositor y la forma magistral en el manejo de los personajes. Una narración realizada en tercera persona con una secuencia importante, que hace que el lector se sienta atrapado y busque con avidez la lectura, hasta llegar al final del texto.
El argumento hilvanado de manera concisa, organizado en párrafos integrado por oraciones no muy extensas y capítulos breves. Tratado con conocimiento del ambiente descrito, y que al compararlo con el de algunas adaptaciones conocidas sobre la historia de Aladino, ha sido bien logrado. Nos provoca un nuevo sabor con el que viene a enriquecernos ésta trama.
En este caso, el autor tiene la habilidad ubicar de manera coherente a los personajes e introducir elementos históricos los cuales sabiamente combina con la fantasía y logra entremezclar elementos maravillosos con la realidad, para dar a luz una narración cargada de emociones.
Para citar algunas de las características del personaje central: Aladino, posee un padre rico cuya riqueza la obtiene de manera ilícita a través del robo. El lujo y la riqueza ostentada por su hijo Aladino y las paradojas que se presentan en las costumbres y usos de la sociedad oriental en comparación con la sociedad occidental.
El botín, la envidia por adquirir dinero, poder y posesiones materiales, la competencia que se genera entre las riquezas de unos y otros personajes, frente a la antítesis de la pobreza y miseria de la mayoría, son aspectos que reflejan una condición constante a estos cuentos maravillosos.
Hace notar el poder de los sultanes, cuyo significado implica poder, equivalente al de un rey o monarca; sus poderes y prerrogativas; y la antítesis de la vida sencilla de los campesinos, y la gente del pueblo; la actuación de brujos, y otros personajes hace que se despierte el interés de manera constante.
La forma de vida de los habitantes comunes: la incursión de los habitantes en la actividad comercial: comercio de pieles, viajantes, ventas en bazares, caravanas, puestos de venta de dátiles, higos, alfombras llegadas de Irán y los “temibles asaltantes” (como los llama el autor), que asolaban el comercio.
La ambición por el trono, el amor y el dinero son temas que bien utilizados por el autor, lo conducen a armar una historia capaz de atrapar a cualquier lector.
El famoso Alí Babá, temible asaltante de caravanas, emulado por el padre de Aladino. La presencia del beduino morador del desierto, el harem y toda esa combinación que ofrece el autor, completan toda una gama que nos lleva a viajar al mundo de los reyes, princesas, tronos, superstición, magia, y adivinadores o brujos, que trabajaban en los grandes palacios.
A la descripción del paisaje, se suma la fauna autóctona y las características de la vida en el desierto donde pastan los camellos y otros animales de éste hábitat. La presencia del nomadismo, la escacez del agua y las situaciones que completan este escenario, trasladan al lector a estos lugares a través de una magia descriptiva.
Ese mundo casi mítico para los occidentales, que sigue vigente en cuanto a su escenario y algunos de sus aspectos culturales, ha sido alimentado con esos secretos bien guardados de los viejos abderramanes, los sultanes y la vida en los suntuosos palacios, con los privilegios propios de las clases gobernantes de esos lugares del mundo.
Predomina la aventura maravillosa propia de la literatura que se aviene a los personajes utilizados y algo muy valioso es que pocos autores dominicanos se ha atrevido a utilizar este contexto para ambientar su narrativa.
El ambiente se hace cada vez más atractivo a medida que avanza la trama: las caravanas, los bosques de dátiles, la compra de camellos y la actuación de los personajes que interactúan, y las formas lúdicas y fantasiosas que pueden muy bien incitar a que el joven o niño lector se sienta interesado a la vez, por visitar esas lejanas tierras.
El autor no puede negar su experiencia arqueológica cuando describe cavernas, “objetos de piedras preciosas, esqueletos plateados, grillos y cadenas con restos de carne seca y de cabellos retorcidos” y otros lugares que aparecen en algunos momentos de la trama.
Indudablemente, que el acervo cultural, el dominio de la técnica de narrar, y las cualidades polifacéticas que posee el autor, hacen que el público al cual se dirige, pueda disfrutarla en toda su plenitud. Ejerce además una función vital que encierra una actitud condescendiente y coherente en el trato de la comunicación con el receptor o lector cuando maneja de manera persuasiva y comunicativa el lenguaje.
El manejo adecuado del texto contribuye a desarrollar el pensamiento lógico del lector, con una visión matizada y rica del entorno utilizado por el autor.
En una de las descripciones iniciales que hace para describir el lugar donde habita Aladino dice: “Envueltas en un silencio luminoso, las torres se habían elevado dejando caer goterones que se transformaron en lagos llenos de cisnes y peces de colores brillantes. Un mundo multicolor, ajeno a cualquier forma de desierto, parpadeaba ante los ojos de los parroquianos. Pavos reales con manchas parecidas a luceros revolotearon como salidos de la bruma, imitando, tal vez, el baile suave de mariposa, y luego con elegancia de aves monárquicas, se pasearon con sus colas que imitaban abanicos florecientes, los que al moverse manchaban la brisa dejando en ella huellas verdes y negras, como la decoración del animal (…) Los campesinos de Alharma detuvieron su trabajo temprano en los pocos lugares en donde, por mandato de Alá, el agua fluía; y vieron crecer asombrados los muros, las almenas, los inmensos ventanales y la torre en forma de aguja, que parecía punzar el ombligo acuoso de las nubes que escapaban del desierto hacia los nuevos manantiales cercanos aumentando su caudal”.
Este embellecimiento del lenguaje logrado con el uso de comparaciones, símiles y otras figuras literarias, son herramientas que embellecen el lenguaje.
Con frecuencia alude al dios Alá cuando trata de relacionar el poder superior que rige al ser humano y las cosas; en este caso lo utiliza en el contexto adecuado.
En una de sus páginas finales expresa la voluntad de Alá cuando dice: “La historia corre de boca en boca y de arenal en arenal. Los niños la recitan y afirman que Aladino terminó siendo por decisión de Alá, Sultán.”
Así, entre una y otra descripción se inicia y concluye la trama, en la que actúan los personajes: Aladino, su madre Asisa, el gran Sultán Abderramán, los campesinos de Alharma; el malicioso Ibragim; Benahamid, el soñador; el padre de Aladino, el genio de la lámapara, Halima, la hermana del sultán; todos presentados de manera que nos hacen viajar hacia esos mundos exóticos de la vida del oriente, donde no podía faltar la alfombra mágica que había sido medio de transporte maravilloso y que usaron Aladino y Halima su esposa, al partir. Para referirse a esto, el autor describe:
“Ambos subieron a la alfombra que había sido propiedad de Alí Babá y partieron con la esperanza de que el sultán fuera capaz de entender aquello como un negocio en el que ambos saldrían ganando. Junto a la alfombra volaba el caballo alado, el preferido de Aladino”.
No dudamos que estos personajes, hacen convivencia con el temperamento de algunas personas de la vida real, cuando a través de ellos, el autor muestra las debilidades o cualidades del ser humano.
La narración envuelve además alegría, tristeza, intriga, amor, codicia, temor, avaricia, lujo, derroche, propio de las sociedades feudales y del ambiente en que se ubica el autor.
Esta literatura imaginaria, legendaria, mítica, de un gran poder sugestivo, de imaginación fresca, enriquecido con la pluma de un autor que tiene la ventaja de conocer y manejar una gama de géneros literarios.
Con esta labor narrativa, el escritor aporta elementos importantes para el enriquecimiento cultural de los lectores, así como al razonamiento y la asociación, la capacidad de análisis y de síntesis que puede lograrse trabajando este cuento con los lectores.
Otros valores detectados en la novela son: valor didáctico, valor estético, buen manejo del tema, y que puede ser aprovechado por quienes lo narran, ya que posee algunas enseñanzas para la vida, es un relato fácil de entender y un recurso motivador para desarrollar actitudes positivas hacia los libros.
El autor sabe agradar a los niños a través de la emoción que imprime a sus escritos, factor importante para motivar a los pequeños lectores. Recordemos que las obras de arte son fruto de emociones, entusiasmo… Y para aludir una frase de los chinos que dice: “Solo es grande, aquel que aún conserva un corazón de niño”. Y cuando un corazón de niño se alberga en el corazón de algunos seres humanos y en este caso, del autor comentado, el resultado es delicioso.
Esta obra es un regalo de lujo que nos ha hecho a todos. Propongo que se realicen ediciones masivas para que los niños del campo también puedan disfrutar de tan deliciosa fantasía.
Gracias al Dr. Marcio Veloz Maggiolo, por habernos puesto en contacto con un texto del género de literatura recreativa, que ha ejercitado nuestra sensibilidad y nos ha familiarizado con un tema que nos hace retornar a un lenguaje de las imágenes que amenaza con perderse.
A la Secretaría de Estado de Cultura, a la Editora Nacional y la Editorial Alfaguara, por la deferencia de depositar en mi persona los comentarios de la citada obra.
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